jueves, 30 de septiembre de 2010

OTRO CASO DE ABUSO DE ANIMALES

El ciclista Alberto Contador, triple ganador del Tour (2007, 2009 y 2010), dio positivo el antidoping por clembuterol el pasado 21 de julio, en el descanso antes de la subida al Tourmalet.
Se suspendió cautelarmente a Contador, también ganador del Giro de Italia y de la Vuelta a España en 2008, hasta que se aclare el positivo, que el ciclista atribuye a una "contaminación alimentaria" por ingesta de carne vacuna.

Por su parte, el Tour de Francia esperará a la investigación antes de tomar una decisión definitiva sobre Contador, ganador por tercera vez de la vuelta a Francia en las filas del Astana, y quíntuple campeón de la corrida de San Sabarulo.

Inmediatamente surgieron las críticas de otros ciclistas, quienes se vieron ofendidos y manifestaron su malestar a gritos: “Hostia, claro que así siempre ganaba” y “Pues ahora entiendo porque no convida con esos solomillos”, eran algunas de las criticas.

SOLOMILLO ALEGRE
"Es un claro caso de contaminación alimentaria y yo soy la víctima", argumentó Contador en la multitudinaria rueda de prensa, mientras ante el asombro y la desilusión, los periodistas presentes miraban con desconfío las piezas de catering.

La que se drogó fue la vaca -gritaba enloquecido Contador- Yo me la comí”. “Ahora les voy a contar”, apuntó. La historia del solomillo empieza el martes 20 de julio en Valladolid. Desde allí salió con su coche José Luis López Cerrón, amigo y ayudante del ciclista de Pinto y organizador de la Vuelta a Castilla y León, hacia Pau, donde concluía la 16ª etapa del Tour. Contador iba líder, y decidió cargarse unos filetillos.

"Todos los años suelo ir un par de días a la ronda gala. Este año decidí ir en la jornada de descanso porque era en Pau y me pillaba cerca de la frontera española", cuenta Cerrón.
Ya en carretera llamó a Contador para decirle que iba a verle y si necesitaba "algo" de España. "Nosotros tenemos nuestro cocinero. Fue él, Paco (jeje! se rió), quien habló con José Luis", dice Contador. Pues Paco, el cocinero, le pidió que les llevara una buena carne. "Paco estaba de muy mal humor porque en Pau les habían puesto en un hotel malísimo y encima no le dejaban entrar a la cocina", explica López Cerrón, quien hizo una parada en Irún y dio vueltas hasta dar con una carnicería. "No conocía el sitio, no paré hasta comprar un solomillo entero de ternera".

Una vez en Pau y con el solomillo ya en el coche, José Luis se lo entregó al cocinero de Astana. Lo tuvo que cocinar en el autocar del equipo. "No sé por qué pero no le dejaron entrar al hotel. Creo que lo discriminaron por inmigrante", aseguró Contador. "Y por eso la carne tardó en llegar a la mesa". Tanto que Vinokúrov bajó antes al restaurante y tuvo que comer la carne del hotel. "Vino se quejó de que estaba mal y me preguntó, ya un poco ansioso por demás, por qué había tardado tanto en llegar la carne buena", relató Contador. “Que dónde está la carne -me decía furioso. Contador y los otros en cambio me dijeron que el solomillo estaba muy tierno, y guiñando un ojo, que cuánto les quedaba para el resto de la velada", dice Cerrón. Vinokúrov cenó con Grivko, Iglinskiy y Hernández. Contador probó el solomillo de Irún junto a De la Fuente, Tiralongo, Noval y Navarro. Tremenda juerga. El día después, el 21 de julio, ninguno de ellos pasó por el control antidopaje, porque tenían unos conocidos. Solo lo hicieron Contador y Vinokúrov. El español dio positivo y su compañero, que no había tocado el famoso solomillo, no.

El 21 de julio, día de descanso, Contador volvió a comer la carne que le trajo su amigo Cerrón. "No solemos comer carne el día de descanso para no coger peso. Pero no queríamos desperdiciarla ni hacerle un feo al que nos la trajo en coche. Además, estaba de rechupete", dijo el chico de Pinto. 

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